De Josephine Baker a Donald Trump

Tuve la certeza cuando pensé esta columna y ahora, momento en que estoy enfrentada a esta pantalla grisácea (que lo que hace es registrar las letras, las frases que van armándose a medida que aprieto una tecla) que esta “mistura” de personajes no iba a ser sencilla. Pero aquí vamos, que de cobardes no está escrita la historia.

Josephine Baker fue una hermosa mujer, de piel negra, de origen muy humilde que en su niñez alternaba la escuela con los hogares de la gente blanca y rica donde su madre trabajaba como doméstica.

Nada le fue regalado. Todo se lo ganó trabajando como bailarina, luego cantando y en el año 1934, se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en protagonizar una película.

Pero también fue activista por los derechos de los negros y como tal participó en la marcha de 1963 liderada por Martin Luther King, por el trabajo y la libertad de los negros

Josephine fue una maravillosa artista y mujer transgresora, arriesgada, que adoptó a 12 niños, que su fortuna se fue en mantener el lugar donde vivía con lo que ella llamaba “La tribu  del arco iris”, que cuando pidió ayuda para salvar la finca “Milandes”, donde moraba con los 12 hijos la primera respuesta la tuvo de Brigitte Bardot a través de un cheque con una cifra importante y su amiga la princesa Gracia de Mónaco (Grace Kelly) quien le ofreció una casa para que pasara el resto de su vida.

Desde el inicio de la segunda Guerra Mundial pasó a ser un agente de contra espionaje cumpliendo importantes misiones. Sus actividades durante la guerra la hicieron acreedora de la Medalla de la Resistencia; finalizada la guerra, y unos años más tarde le otorgaron la Legión de Honor de manos del General De Gaulle y recibió el honor militar francés: La Croix de Guerre. Su sepelio tuvo honores militares.

Acaban de cumplirse 111 años del nacimiento de la olvidada Josephine Baker.  Google la recordó con un hermoso y evocativo “doodle”. Gracias, Google. Gracias.

Si esta mujer, de la cual queda tanto por decir y por descubrir, hubiera nacido más acá en el tiempo tal vez su destino hubiera dado un viraje que le permitiría poner en primer plano su condición de activista por los derechos de los negros y de los indocumentados que Donald Trump quiere sacar del jopo.

Este hombre descendiente de emigrantes, empezando por su abuelo alemán, se opone a la presencia de gente de otros países y destrata e insulta a los mejicanos, impide la entrada de quienes provienen de países musulmanes, y quiere levantar un muro que separe a los Estados Unidos de Méjico.

Coherente con las cosas que prometió en su campaña electoral, acaba de retirarse del Acuerdo de París cuando 195 naciones en diciembre de 2015, llegaron un acuerdo histórico para combatir el cambio climático e impulsar medidas e inversiones para un futuro bajo en emisiones de carbono, risiliente y sostenible.

Pero Donald Trump no cree en el cambio climático, no cree en las consecuencias del calentamiento global. No cree, no acepta, no le importan  las sequías, los huracanes, el hambre, la pobreza que el mundo padecerá. El vive en su propia nube, entonces abandonó el acuerdo de París anunciándolo de esta manera: Para cumplir con mi solemne deber de proteger a los Estados Unidos y a sus ciudadanos, nuestro gobierno se retirará del acuerdo climático de París, pero comenzará negociaciones para, o bien reintegrándonos o bien llegar a un acuerdo completamente nuevo en términos que sean justos para los Estados Unidos, sus empresas, sus trabajadores y contribuyentes.”

Estados Unidos es uno de los países que más contribuye al cambio climático. Pero el no lo quiere, ver, creer, aceptar.

A los 70  años Donald Trump se convirtió en la persona con mayor edad y riqueza en asumir la presidencia de  los Estados Unidos, la primera sin servicio militar ni cargo político ejercido anteriormente y la 5ª. en haber perdido la elección por voto popular. En 2016 su patrimonio era de USD 4500 millones.

En fin. Así son las cosas. Trump es el presidente de la nación más poderosa del mundo. “Yo cambio y soy flexible, estoy orgulloso de mi flexibilidad”. Y autorizó el lanzamiento de 59 misiles contra Siria.

Me quedo con Josephine Baker bailarina, cantante, actriz, espía, madre de 12 niños adoptados, de raza negra y hermosa.

Además no soporto el pelo de Trump, ni su cara, ni sus gestos, ni sus acciones.

Hasta la próxima. Que seas feliz.